Witkar

 

Para conocer los inicios del carsharing hay que remontarse a la Suiza de los años cuarenta, donde agrupados en cooperativas, algunos grupos de activistas compraron viviendas y flotas de coches en multipropiedad, dentro del programa llamado «Sefage», en Zurich. Tal fue el éxito de esta idea que pronto se extendió a algunos países cercanos como Francia o Austria, llegando a formar parte del sistema de transporte público en algunas ciudades alemanas, holandesas o suizas. La conferencia de de las Naciones Unidas sobre Medio Humano en Estocolmo en 1972 y la crisis del petróleo de 1973, fueron los dos principales impulsos al crecimiento del carsharing, ya que se inició por primera vez un movimiento social de desarrollo sostenible, que unido a la escasez del crudo, generó que por toda Europa tuvieran lugar distintas experiencias. Mientras todas se podrían considerar programas para compartir coche, la forma y la tecnología empleadas variaban considerablemente. Algunas iniciativas pioneras de éxito tanto privadas como públicas fueron:

-«Proco Tip» en 1971 (Montpellier, Francia): Cooperativa con 35 vehículos y 17 plazas de aparcamiento para 300 socios. Fue la primera experiencia de carsharing que contaba con una tecnología que permitía pagar a los miembros por la distancia recorrida, utilizando en el vehículo una especie de «metros» alimentados por fichas. Además también disponía de un sistema de identificación de usuarios para acceder a las llaves. La duración del proyecto fue corta debido a los problemas de juventud de una tecnología innovadora para la época. También tuvo en contra la poca superficie cubierta por el servicio, así como la falta de usuarios.

– «Witkar» en 1973 (Ámsterdam, Holanda): Muy similar al «Proco Tip» francés, pero con una flota compuesta por vehículos eléctricos. Limitaba el uso de su servicio al centro de la ciudad de Ámsterdam. Al igual que en el caso anterior, los problemas de una tecnología poco desarrollada junto con la falta de vehículos y usuarios llevaron el proyecto al fracaso.

– «Green Cars» en 1977 (Gran Bretaña): Primer caso de servicio de carsharing formado por varias localidades en las cuales se desarrollaban proyectos piloto, llegando a tener 17 focos que funcionaban bajo una misma comunidad interoperable. Cerró sus puertas en 1984 debido a que los vehículos no estaban donde y cuando eran necesarios.

– «Vivalla Bil» en 1983 (Örebro, Suecia): Experimento de investigación sobre el transporte que inspiró a todos los servicios de carsharing que existen hoy en día en Suecia. Contaba con 35 casas que compartían 5 coches. El proyecto finalizó en 1998 motivado por la renuncia de su presidente y la salida de algunos miembros.

También en Estados Unidos se inicio el movimiento del coche compartido, llevando a cabo desde 1983 a 1986 el Programa de Movilidad de la Purdue University (West Lafayette, Indiana). En San Francisco, California, se creó el Servicio de Vehículos de Alquiler a Corto Plazo (STAR), siendo un proyecto de demostración por parte de una empresa privada que tuvo lugar desde 1983 a 1985 y que solo estaba orientado a los residentes de un gran complejo de apartamentos cercano a la Universidad Estatal de San Francisco.

El debate sobre el desarrollo sostenible y la necesidad de una movilidad más respetuosa con el medio ambiente y más eficiente creció con el paso de los años, hasta que en 1987 tuvo lugar la publicación del Informe Brundland, en el que se trataba el futuro común de toda la humanidad, y en 1992 la celebración de la Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro, donde se trató por primera vez el tema del Cambio Climático, embrión del posterior Protocolo de Kioto.

Este cambio de la conciencia social, unido a los avances tecnológicos como las comunicaciones digitales y la portabilidad de los ordenadores, favorecieron el notable crecimiento del carsharing a finales de los años ochenta.

Tras esta mejora y modernización del servicio, que dio lugar a las primeras organizaciones de carsharing exitosas y a gran escala, se desarrollaron en Zúrich y Lucerna iniciativas de ciudadanos sensibles con los temas ecológicos y el ahorro energético, poniendo en 1987 la primera piedra de lo que hoy en día es uno de los servicios de carsharing más consolidados a nivel europeo, Mobility Cooperative. Al igual que en Suiza, en 1988 se fundó en Berlín la primera empresa alemana de carsharing, Stattauto, conocida hoy en día como Greenwheels. El crecimiento de usuarios de estos servicios animó a muchas otras ciudades a apoyar estos sistemas de coche compartido, y así fue como en los años noventa Austria, Holanda, Gran Bretaña, Italia, Bélgica, Francia y España recibieron algunos proyectos de carsharing. En 1991 nació la necesidad de tener una organización sin ánimo de lucro que ayudase y agrupara a las distintas organizaciones repartidas por Europa, motivo por el cual se creó la European Car Sharing. Aunque actualmente esta asociación no existe, fue el modelo a seguir por las distintas asociaciones de carsharing nacionales que se fueron formando en posteriores años, y que han servido para unificar criterios y funcionamientos.

 

Greenwheels

 

El carsharing también ha gozado de un importante éxito al otro lado del atlántico. En los años ochenta, Canadá vio como se fundaban los primeros sistemas de coche compartido, pero ha sido desde 1998 cuando se ha experimentado un gran desarrollo, presentando altas tasas de crecimiento anual, tanto en número de usuarios como en cantidad de vehículos y organizaciones. A día de hoy, hay más de 60 ciudades norteamericanas que cuentan con servicios de carsharing y alrededor de  1.000.000 usuarios.

Actualmente, aunque en nuestro país no está del todo introducido, el carsharing tiene más de 300.000 usuarios en Europa, y sigue en crecimiento, teniendo como principales compañías a Greenwheels (operando en Alemania y Holanda), Cambio (Alemania y Bélgica), City Car Club (Reino Unido) y a Zipcar como líder absoluto en los EEUU. Más adelante se verán los aspectos y características de estas compañías.